En marzo de 2024, México experimentó una notable mejora en sus tasas de desempleo, con una disminución significativa que situó la tasa en un impresionante 2.3% de la Población Económicamente Activa (PEA). Este descenso representa una reducción de 0.1 puntos porcentuales en comparación con marzo de 2023, acompañado de una disminución de 50,000 personas desempleadas en el mismo período.

Un análisis más detallado revela que esta disminución del desempleo se traduce en cifras concretas: la población masculina desempleada pasó de 901,000 a 786,000 personas, mientras que la femenina pasó de 545,000 a 611,000 personas, destacando una mejora tanto en hombres como en mujeres, aunque con una ligera diferencia en las tasas de desempleo (2.2% en hombres y 2.4% en mujeres).

Sin embargo, no todo son buenas noticias. Aunque el desempleo ha disminuido, el fenómeno de la subocupación sigue siendo una preocupación relevante. En marzo de 2024, 3.9 millones de personas (equivalente al 6.5% de la población ocupada) declararon tener la necesidad y disponibilidad para trabajar más horas. Aunque esta cifra representa una disminución de 128,000 personas en comparación con el año anterior, sigue siendo un indicador de una realidad laboral que requiere atención.

Es importante destacar que, incluso con estos avances, existen desafíos por enfrentar. Por un lado, se debe continuar implementando políticas públicas que fomenten la generación de empleo de calidad y la reducción de la subocupación. Por otro lado, es fundamental abordar las disparidades de género en el mercado laboral, asegurando igualdad de oportunidades y condiciones para hombres y mujeres.

En resumen, si bien el descenso del desempleo en México es una noticia alentadora, no debemos descuidar otros aspectos del mercado laboral que requieren atención. La tarea de construir una economía más inclusiva y próspera sigue siendo un desafío constante para todos los actores involucrados.